Con ayuda del personal del Comedor, que nos hirvieron el agua y nos cedieron los recipientes y demás, elaboramos dos gelatinas. Una de fresa y otra de arándano.
Los niños y niñas contaron los vasos que necesitábamos y estaban pendientes del proceso de preparación. Cada uno/a revolvió la gelatina con fuerza y estaban con mucha ilusión.
Cómo los monstruos están llenos de mocos intentamos simular una comida asquerosa. ¡GRRRR!
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