Todos los días que podemos realizamos la gimnasia matutina para activar nuestro cuerpo a primera hora del día y estar con predisposición para aprender, ser, sentir y relacionarnos de forma adecuada.
A veces utilizamos canciones y nos situamos en corro, en ocasiones utilizamos materiales como la "patata", cuerdas, globos, pelotas, aros, periódicos, etc., otras veces sólo utilizamos nuestro cuerpo como fuente de expresión, y hacemos ruido con él, otras hacemos uso de los intrumentos musicales para activarnos y trabajar ritmos, saltos, etc. y otras nos valemos del propio movilario del aula como bancos, sillas y mesas. (Todo se transforma en montañas, ríos, el bosque de Blancanieves, etc., todo es un juego que nos gusta fantasear e imaginar).
En definitiva nos los pasamos muy bien haciendo la gimnasia matutina y ver a la maestra saltar, brincar y participar con nosotros y nosotras.
Después de tanto cansancio siempre relajamos nuestro cuerpo para poder escuchar mejor a la maestra y aprender de todos y todas.
La relajación es un momento mágico. Apagamos las luces del aula y ponemos músca relajante con muchos sonidos de la propia naturaleza y también usamos materiales: telas, pelotas, nuestras manos, etc.
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