Yo no podré subir los cuentos mañana porque tendremos Claustro toda la mañana
Así que los subo desde ahora.
Espero que estén todos y todas bien.
Aunque sé que están cansados, pónganles los cuentos. Yo hasta el final del todo estaré por aquí contándoles cuentos, una tarea que empecé pensando que iba a a ser por dos semanas y miren, tres meses después seguimos contando. Que esta situación no nos retire la pasión y el deseo de estar conectada con mis niños y niñas a través de los cuentos.
LOS QUIERO MUCHO, lo saben, cada vez más, y los echo mucho de menos. Nos queda el último esfuerzo para acabar un curso, el 2020, que olvidaremos pronto o nunca lo olvidaremos por todo lo que nos ha hecho reflexionar sobre la educación, los niños y su gran capacidad de adaptación.
Sólo espero que todo esta pandemia no tenga consecuencias negativas en ellos y ellas y que podamos comenzar en septiembre un curso anómalo, pero con garantías de seguridad, higiene y salud mental y física. Lo demás ya nos lo curraremos juntos.
Agradecer a todas aquellas familias que no han perdido la ilusión y motivan a sus peques, a pesar de todo el tiempo transcurrido y que siguen alegrándose con nuestras propuestas y nos lo agradecen.
A veces se necesita esa palmadita en la espalda para seguir en esta realidad difícil y compleja.
Un cosa tengo claro a raíz de esta pandemia y sus cambios en la parte educativa: LOS NIÑOS Y NIÑAS REQUIEREN ESTAR JUNTOS Y JUNTAS Y LA EDUCACIÓN ONLINE NO PUEDE SER EL FUTURO CON NIÑOS TAN PEQUEÑOS. YO NO LO CONTEMPLO.
NECESITAN VER, TOCAR, MANIPULAR, DECIR SUS OCURRENCIAS, APRENDER DE LOS OTROS, TRABAJAR EN EQUIPO, ABRAZAR, SENTIR,... Toda esa parte afectiva que tanto valor le doy yo a la Educación.
Por eso la incertidumbre me puede, ya que en septiembre, ¿podré abrazar a mis niños?
ES LO QUE ESTOY DESEANDO
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