También hemos visto, tocado y olido, otra hierba aromática: LA HIERBABUENA.
Ésta no le gusta tanto a las abejas, pero a nosotros si. (mmmm). La lavamos, sacamos las hojitas del tallo y las pusimos en un recipiente con agua hirviendo a reposar. Luego nos fuimos al Recreo con la idea que cuando volviéramos íbamos a degustar nuestra agüita calentita aún.
Después del Recreo, pusimos una música relajante y nos bebimos nuestra agua de hierbabuena. ¡Qué rica estaba!
Algunos niños y niñas repitieron hasta tres veces, otros, ni lo quisieron probar.
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