Estábamos muy nerviosos y emocionados, hasta olíamos la caquita de los camellos y es que nos dijeron que los habían dejado en las huertas cercanas descansando. ¡Viva la ilusión de los niños!
Les dimos unos besitos, hablamos un ratito con ellos, nos dieron un regalo y nos sacamos una foto.
Nos encantó este ratito. Hoy fuimos y cuando vimos los tronos, los echamos de menos.
Esta semana ha sido una locura, no hemos realizado nuestras rutinas diarias y es que todos los días hemos tenido sorpresas y además muchos han faltado porque han estado enfermitos. Nos ha dado mucha penita que se hayan perdido estos momentos.
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