Una vez que contamos el cuento, Ángela fue abriendo las bolsas que guardaban los números de la seta.
Nos pareció un divertido juego, aprendimos muchos términos nuevos y Ángela lo hizo muy muy bien. Estaba entusiasmada y se sentía feliz de ver a sus amigos y amigas tan contentos con su mural.
En la última bolsa había gominolas para todos y todas.
GRACIAS A LA FAMILIA DE ÁNGELA POR TRAERNOS TANTOS TESOROS
GARA
EVA
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