Descubrimos lo que era la cera que fabrican las abejas.
La tocamos, se nos pegaba en las manos, como la miel. ¡QUÉ PEGAJOSA!
Luego intentamos fundirla, pero sólo teníamos fósforos y nos fue difícil, aunque al final vimos que se derritió una buena parte de la cera.
Nos faltó la siguiente parte. Enfriar la cera dentro de un envase y comprobar que cuando se enfría, adopta el formato de ese envase, al ponerse dura.
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